Pintura de imprimación

Imprimación para superficies

La imprimación es una capa de recubrimiento previo a la capa de pintura de terminación.

Es un producto similar a la pintura, pero no da un acabado estético. 

La pintura de imprimación se emplea principalmente para:

• Dar adherencia entre la pintura y la superficie a pintar
• Como preparación de fondos
• También la protege de agentes externos como humedad, álcalis, protección contra esporas, etc.
• Resistencia a grasas, óxido y otros contaminantes, etc.
• En casos donde la superficie a pintar sea porosa, ayuda a sellar estos poros, ayudando a dar uniformidad, rendimiento a la pintura posterior y resistencia añadida.
• En el caso de elementos metálicos, su objetivo es la protección anticorrosiva del mismo para posteriormente dar su correspondiente acabado.

Pintura de imprimación: ¿cuál elijo?

La pintura de imprimación es tan variada como los tipos de pintura que existen.

• Según sus componentes, encontramos imprimaciones mono componente o bi-componente.
• Según su base tenemos imprimaciones al agua, siendo esta más respetuosa con el medio ambiente y con menos olor y sustancias volátiles y pintura de imprimación en base disolvente.
• Por último, podemos diferenciarlas según la superficie en la que se aplica: imprimación para fachadas, paredes y techos interiores, suelos, superficies de difícil adherencia como los azulejos, madera, metales, plásticos, yeso…

Generalmente, la imprimación tiene unos tiempos de secado rápidos, que deben ser respetados para evitar daños o incompatibilidades con las capas posteriores.

En cuanto al color, puedes comprar pintura de imprimación transparente, blanca, que ayudan a fijar el color de la pintura y también pigmentada, como solución a superficies donde haya que dar un cambio radical de colores.

Comprar pintura de imprimación 

Si vas a comprar pintura de imprimación, principalmente, debes tener en cuenta que la imprimación sea la adecuada y compatible con la superficie a tratar (madera, metal, plástico, mortero, yeso, etc.), según uso interior o exterior. Además de tener en cuenta su estado, limpieza, polvo, poros, etc. y la pintura final que se va a dar.

Muy importante también es respetar los tiempos de secado que el fabricante indica en la ficha del producto.